Siempre será bueno tener amigos que traspasen las fronteras tangibles con los que se pueda pasear a través del camino impredescible del pensamiento.

lunes, octubre 15, 2007

Presentación de “Portarrelatos” de José de la Colina

Quizá fue por el partido de México o por el cierre de Reforma, el caso es que poca gente asistió a la presentación del nuevo libro de José de la Colina “Portarrelatos”. Sin embargo, eso no opacó el evento en el que pudimos apreciar muy de cerca el ingenio y buen humor del autor. En su participación comenzó ironizando sobre una posible falla en los micrófonos pues no se escucharon suficientes elogios hacia él, después de la introducción del escritor Javier García-Galiano, el empresario del mazapán Toledo como lo llama el propio Colina, y de una carta enviada con ese mismo tono por Marcial Fernández, quien no pudo asistir. Asimismo, entre el público se encontraba el cineasta Jaime Humberto Hermosillo, buen amigo del escritor, quien más tarde y de manera espontánea ayudó a enriquecer esa amena reunión.

El autor nos platicó sobre la idea de hacer este libro, originado por esa mente creativa que desde joven ha imaginado lo que hubiera ocurrido con algunos hechos históricos si cambiaba alguna circunstancia. Es debido a eso, que en este libro se pasean diversos autores clásicos con los que juega la imaginación de Colina, creando una especie de realidades alternas a las historias originales. José nos leyó, por ejemplo, la versión de Kafka en el estilo de Cervantes, Pascal, Beckett, Lautremont, y de un anuncio de periódico. Con esto, Portarrelatos es un libro que además de ser ameno puede tener la capacidad de despertar el interés por leer los grandes clásicos.

En un país que lee poco la reducida asistencia a este tipo de eventos puede parecer normal, sin embargo, para los que gustamos de dicha actividad esto se vuelve algo imprescindible para conocer de cerca a los autores y aprender más sobre ellos y su obra. Y para los que no leen, sería una gran oportunidad para perder el miedo a los libros y, porqué no, iniciarse en ese maravilloso mundo de la lectura.